Rusia le muestra al mundo su nueva y enorme planta de energía nuclear flotante
Rusia tiene una nueva planta nuclear flotante, donde lo novedoso es precisamente eso, que no está en tierra sino en el mar. Lleva por nombre ‘Akademik Lomonosov’ y se trata de la primera embarcación rusa equipada con un reactor nuclear con una capacidad de hasta 70 megavatios, la cual estará situada en la ciudad ártica de Pevek.
Esta planta nuclear flotante se encargará de reemplazar a una planta de energía con más de 44 años y una planta de energía térmica con más de 70 años, las cuales se encargaban de abastecer a Pevek y su industria petrolera de poco más de 5.000 habitantes. Según explican, esta planta tiene suficiente energía para una ciudad de aproximadamente 100.000 personas.
«Chernobyl on ice»
A pesar de que Rusia dice que es la primera planta nuclear flotante en el mundo, la realidad es que Estados Unidos fue el primero en usar una de este tipo de 1968 a 1975 en Sturgis en Panamá. Asimismo, Estados Unidosy China ya están planeando construir nuevas plantas de este tipo en los próximos años. Eso sí, estamos ante la primera planta de este tipo en Rusia.
La planta nuclear flotante rusa terminó finalmente su construcción, que inició en 2007 con un presupuesto de 232 millones de dólares. La embarcación zarpó el pasado sábado de San Petersburgo y será remolcada por dos barcos rodeando Noruega sobre el Mar Báltico, hasta llegar a Murmansk, una ciudad rusa donde se abastecerá de energía nuclear.
Una vez cargado el reactor, se dirigirá al Ártico hasta llegar a Pevek, donde se espera entre en operación en 2019 abasteciendo de energía a una planta de desalinización y varias plataformas de perforación.
Aunque Rusia sólo se ha dedicado a vender las bondades de ‘Akademik Lomonosov’, la realidad es que a día de hoy han surgido varias dudas acerca de la seguridad que conlleva tener una planta nuclear sobre el mar. Greenpeace se ha encargado desde 2007 de cuestionar este proyecto e incluso, tratar de cancelarlo.
Greenpeace junto a otros grupos ecologistas y los estados bálticos, iniciaron una campaña que buscaba evitar que la planta nuclear flotante partiera de San Petersburgo cargada de material radiactivo. La campaña fue un éxito y Rusia tuvo que cambiar los planes, por lo que al final se determinó que Murmansk serviría para cargarla y hacer las pruebas radioactivas, no San Petersburgo.
Jan Haverkamp, experto nuclear en Greenpeace, se ha referido al barco como «Chernobyl on ice» y un «Titanic nuclear» con destino a la catástrofe. «Los reactores nucleares que flotan alrededor del Océano Ártico plantearán una amenaza sorprendentemente obvia para un entorno frágil que ya está bajo una enorme presión ante el cambio climático».
Una de las principales preocupaciones de este reactor nuclear flotante es que tiene un casco de fondo plano y no cuenta con autopropulsión, por lo que podría acercarse a la costa y lo hace extremadamente vulnerable ante tormentas. A pesar de todo esto, Rosatom, la compañía responsable, ya confirmó que en 2019 iniciarán la construcción de una segunda planta nuclear de este tipo.
Fuente: https://www.weforum.org/
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