COLOMBIA, HACIA LA ENERGÍA ELÉCTRICA VERDE
El desarrollo económico guarda una estrecha relación con la capacidad del ser humano para transformar la energía disponible en la tierra y utilizarla en los procesos productivos.
Desde que empezó a entenderse, recientemente, como la tierra ajustaba su temperatura a través del efecto invernadero y cómo la emisión de gases producto de dichos procesos alteraba el funcionamiento normal de dicho efecto, nació la tendencia mundial de encontrar fuentes de energía renovables que no impactan de forma significativa el aumento descontrolado y acelerado de la temperatura. Una variante de esta tendencia apunta, por ejemplo, hacia la generación limpia de energía eléctrica en la cual se garantice la disponibilidad de la potencia requerida para el desarrollo, sin comprometer la estabilidad de la temperatura terrestre. ¿Cómo va Colombia en este aspecto?
Según el SIEL (Sistema de Información Eléctrico Colombiano), el 70% de la generación de energía eléctrica en Colombia proviene de tecnologías hidráulicas que aprovechan el movimiento del agua de la gran cantidad de fuentes hídricas del país para generar electricidad. En segundo lugar, aproximadamente el 18 % de la generación se atribuye a tecnologías convencionales: las centrales térmicas. Estas son fuentes de energía que causan mayor contaminación, pues utilizan el calor generado por la combustión de petróleo, gas o carbón; proceso que resulta en la emisión del dióxido de carbono.
Otras tecnologías, como el uso del movimiento del viento, constituyen el 0,12% de la generación gracias al parque eólico construido en la Guajira. También se utiliza la energía obtenida a partir de biomasa, que representa el 0,50%.
Otros países de la región tiene características similares. Por ejemplo, en Perú, el 44% y el 55% de la generación de energía proviene de centrales hidroeléctricas y termoeléctricas respectivamente. En Chile, ocurre de manera similar con el 43% y 54%. En Brasil, se destaca una participación del 82% de fuentes hidráulicas y un 15% proveniente de fuentes térmicas. Así como en Colombia, fuentes eólicas en estos países son cercanas a cero.
Por otro lado, en países desarrollados con alto consumo de energía eléctrica, se destaca el alto porcentaje de tecnologías convencionales. Estados Unidos obtiene su energía eléctrica aproximadamente en un 71 % de combustibles fósiles, mientras que Japón la obtiene en un 65% aproximadamente.
La tecnología hidráulica, como mayor fuente de energía en Colombia, es renovable al depender únicamente de caudal de las ríos. Sin embargo, no siempre se puede considerar como una energía verde, porque aunque su generación no resulta en emisión de gases, el agua represada también puede afectar diversos ecosistemas, En países como Estados Unidos o Japón, esta fuente de generación lastimosamente solo tiene una participación de alrededor de 6% sobre la generación total de energía.
En términos generales, se observa una buena distribución de fuentes renovables de energía en Colombia sise compara con otros países, especialmente los desarrollados. Para las empresas colombianas generadoras de energías representa un reto en el futuro incursionar en tecnologías verdes como la eólica o la solar, aprovechando las buenas condiciones propias de la geografía nacional.
El apoyo de Estado también cumple un papel importante en términos de legislación y educación: Leyes recientemente promulgadas, como la 1715 de 2014, otorgan incentivos a aquellas empresas que realicen inversiones en las tecnologías de energía renovable. Finalmente, promover en instituciones educativas la importancia de la conversación de los recursos construye el ideal de como desarrollar mejores tecnologías que permitan una generación limpia de energía.
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