Cuando el aire está tan contaminado que se puede convertir en un ladrillo
No es ningún secreto que el cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el mundo actualmente. En el Informe de riesgos mundiales 2016, la incapacidad para mitigar los efectos del cambio climático, junto con los riesgos relacionados, como las crisis hídricas, la seguridad alimenticia y los eventos climáticos extremos, encabezaron la lista de riesgos.
Por eso, uno de los principios centrales del histórico acuerdo climático de París, que se alcanzó luego de arduo trabajo por parte de representantes de 195 países y entrará en vigencia el 4 de noviembre de este año, es mantener los aumentos de temperatura a nivel mundial por debajo de 2 ºC y, de ser posible, por debajo de 1,5 ºC, algo que solo se podrá lograr mediante una reducción considerable en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las emisiones de gases de efecto invernadero atrapan el calor y calientan el planeta. Por supuesto, la principal fuente de estos gases es la quema de combustibles fósiles para electricidad, calor y transporte. Esto arroja una cantidad cada vez mayor de contaminación hacia el aire que respiramos. Como consecuencia de ello, aproximadamente 92% de la población mundial vive en zonas en las que la contaminación atmosférica supera los límites de seguridad, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto causa millones de muertes y le cuesta a la economía mundial miles de millones de dólares en trabajo perdido.
En noviembre de 2016, 113 países habían ratificado el Acuerdo de París, lo que demostró la existencia de un esfuerzo mundial coordinado para evitar una catástrofe ambiental mundial. Sin embargo, los gobiernos no son los únicos que toman medidas para afrontar la contaminación atmosférica. Y, además de reducir las emisiones, muchos innovadores, emprendedores e incluso artistas han transformado el CO2 en cosas realmente útiles. Estas son algunas de las tecnologías que podrían ayudarnos a limpiar definitivamente el aire.
Convertir el smog en diamantes
El smog es sucio, sofocante y desagradable a la vista, pero el artista holandés Dan Roosegaarde ha ideado una forma de convertirlo en algo bello.
“Todo comenzó con un sueño”, dijo en la Reunión Anual de Nuevos Campeonesdel Foro Económico Mundial. “Un sueño de aire limpio para todos”. Mientras miraba por la ventana de un hotel en Pekín (una ciudad que muchos asociamos con el smog, a pesar de que no es la más contaminada del mundo), a Roosegaarde se le ocurrió una idea que pronto se convertiría en el Proyecto Smog Free.
¿Cómo funciona? En primer lugar, torres de siete metros de alto absorben aire contaminado y lo limpian a nivel nanométrico. Luego, el aire limpio se libera nuevamente hacia los parques y juegos infantiles que, de acuerdo con Roosegaarde, ahora están entre 70 y 75% menos contaminados que el resto de la ciudad.
El siguiente paso del proceso consiste en transformar los restos de carbono captados en joyas preciosas. 32 por ciento del smog de Pekín es carbono, que se puede transformar en diamantes tras someterlos a presión durante apenas 30 minutos. Los ingresos provenientes de la venta de estas joyas se destinarán a la instalación de más torres, explicó Roosegaarde en China.
Como el plástico, pero mejor
El plástico es uno de los materiales más nocivos del mundo. Es el caballo de tiro de la economía y se utiliza en la fabricación de diversos productos, pero el hecho de que sea prácticamente indestructible implica que es devastador para el medio ambiente. En pocas palabras, es increíblemente difícil hacer desaparecer el plástico. Un estudio realizado por el Foro Económico Mundial, la Fundación Ellen MacArthur y McKinsey & Company reveló que solo el 14% de los empaques plásticos del mundo se recolectan para su reciclaje y solo el 2% se reutiliza para fabricar empaques.
Mientras tanto, 32% de las 78 millones de toneladas de empaques plásticos que se producen cada año se arrojan a los océanos. Esto equivale a verter un camión de basura relleno de plástico al océano cada minuto. Si no hacemos nada al respecto, se espera que esta cantidad aumente al equivalente a dos camiones por minuto antes de 2030 y a cuatro por minuto antes de 2050.
Debemos hallar alternativas más ecológicas y económicas, y es posible que Mark Herrema, director ejecutivo de Newlight Technologies, haya descubierto una. Su producto, AirCarbon, es 40% aire y 60% gases de efecto invernadero. «No utiliza petróleo. No utiliza combustibles fósiles. Es simplemente aire combinado con emisiones de carbono capturadas, que de otra forma se mezclarían con el aire», escribió en una publicación reciente en nuestro blog.
Newlight ha firmado contratos por un total de £74 mil millones de AirCarbon durante los últimos 15 meses, y empresas como IKEA han obtenido licencias para producir el material ellas mismas. AirCarbon es biodegradable, es tan resistente como el plástico y se puede derretir y moldear. Y, lo que es más importante, elimina el petróleo de nuestros productos y reduce la cantidad de carbono presente en el aire que respiramos.
De la contaminación al arte
Además de convertir la contaminación en materiales con aplicaciones prácticas, los investigadores han comenzado a buscar formas de convertir hollín sucio y rico en carbono en insumos de arte. Graviky-labs, una spin-off india del Media Lab del MIT, ha desarrollado una forma de capturar la contaminación atmosférica y usarla para producir insumos para arte como tinta, bolígrafos y pinturas.
El producto, Air Ink, está hecho a partir de emisiones capturadas por un dispositivo cilíndrico que se conecta al caño de escape de un automóvil. El carbono de la contaminación se mezcla con aceites y agua para crear insumos para arte. La empresa asegura que el dispositivo puede capturar suficiente carbono para llenar un bolígrafo en apenas 30 minutos. Anirudh Sharma, uno de los fundadores de Graviky Labs, dice que la idea del producto se le ocurrió cuando observó manchas de contaminación en su ropa.
India tiene un serio problema de contaminación atmosférica. Trece de las 20 ciudades más contaminadas del mundo están en India, de acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2013. Por su parte, imágenes satelitales recientes de la NASA muestran que el nivel de partículas PM2.5 es de 128 en Nueva Delhi, frente a 81 en Pekín y 81 en Washington, DC.
India, el cuarto mayor emisor del mundo, suscribió formalmente el Acuerdo de París en octubre de 2016, una decisión que se celebró como un hito considerable para el Acuerdo
Imagen: Greenpeace/NASA
Convertir el dióxido de carbono nuevamente en combustible
Este año, alcanzamos el nivel de CO2 atmosférico más alto de los últimos 4 millones de años. De hecho, hemos sobrepasado un punto que implica que nunca podremos regresar a niveles «seguros». Con todo el dióxido de carbono excedente que hay en nuestra atmósfera, ¿no sería genial si pudiéramos convertirlo nuevamente en combustible?
Científicos del Laboratorio Nacional de Oak Ridge del Departamento de Energía de EE. UU. descubrieron accidentalmente una forma de hacer precisamente eso mediante técnicas nanotecnológicas para convertir el CO2 en etanol.
El Dr. Adam Rondinone, autor principal de un artículo publicado en la revista ChemistrySelect, dijo: “tomamos dióxido de carbono, un desecho de la combustión, y revertimos esa reacción de combustión con muy alta selectividad para crear nuevamente un combustible útil.
“[El etanol] se puede usar en los vehículos actuales sin ninguna modificación. En este momento, el dióxido de carbono es un problema. Si podemos usarlo, evitamos que se libere hacia la atmósfera”.
El equipo de investigadores produjo un catalizador a partir de carbono, cobre y nitrógeno y luego le aplicó una corriente eléctrica. “Fue prácticamente por accidente que descubrimos que este material funcionaba”, dijo el Dr. Rondinone. “El etanol fue una verdadera sorpresa. Es extremadamente difícil pasar directamente del dióxido de carbono al etanol con un único catalizador”.
Actualmente, el equipo continúa desarrollando la técnica y busca usos prácticos para la tecnología, como almacenar el exceso de electricidad generado por las fuentes de energía renovables.
Cuando el aire está tan contaminado que se puede convertir en un ladrillo
En diciembre pasado, el proyecto de un artista chino se viralizó luego de que lograra convertir el aire contaminado de Pekín en un ladrillo. El artista, que se hacía llamar «Brother Nut», recorrió la capital china durante 100 días con una aspiradora industrial a cuestas.
Tras aspirar las partículas del aire contaminado de Pekín, Brother Nut mezcló este «polvo» con arcilla y lo convirtió en un ladrillo.
El artista dijo que intentaba transmitir un mensaje impactante sobre los riesgos de la contaminación atmosférica más que idear un producto que pudiera comercializarse como una solución práctica al cambio climático.
«La contaminación atmosférica es un problema que nos afecta a todos. Tenemos derecho a respirar aire fresco y, actualmente, nos privan de ese derecho», dijo.
Fuente: https://www.weforum.org/
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