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«Contamos con tres años para actuar antes de que sea demasiado tarde»: esta es la hoja de ruta para frenar el cambio climático

«Contamos con tres años para actuar antes de que sea demasiado tarde»: esta es la hoja de ruta para frenar el cambio climático

Hace un rato, Angela Merkel acaba de anunciar que «tras la salida de EEUU, la Unión Europea está más decidida que nunca a hacer que el Acuerdo de París sea un éxito». No es un día al azar: hoy los grandes líderes europeos se reúnen para formar un bloque común en la próxima reunión del G20.

Y las buenas intenciones nos las conocemos todos: la pregunta es cómo. Ayer un grupo de científicos y personalidades de alto nivel respondieron a esa pregunta. Bajo el lema de que «solo nos quedan tres años antes de que sea demasiado tarde», han planteado una serie de objetivos que parecen tan irrealizables como necesarios.

Seis cosas que hacer para evitar el final del mundo

«Tenemos tres años para actuar frente al cambio climático antes de que sea demasiado tarde», dice en Nature un grupo de expertos liderados por Christiana Figueres, que hasta el año pasado era la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

He de confesar que nunca me he sentido demasiado cómodo con este tipo de mensajes catastrofistas. Fundamentalmente porque, independientemente de su veracidad, tienden a generar problemas de credibilidad a medio plazo. Pero, en este caso, hay dos factores que invitan a tomárselo relativamente en serio: el primero es que la situación es bastante grave.

Recordemos que hasta algunos grupos ecologistas están admitiendo que el cambio climático va tan rápido que la única forma de descarbonizar la economía a tiempo es recurriendo a la energía nuclear. El segundo factor es que la hoja de ruta de estos expertos nos permite hacer una radiografía del estado real del mundo.

Políticas internacionales para enmendar el mundo

«Hoy las emisiones de dióxido de carbono se han estabilizado y esto es algo que hace un puñado de años sonaba a ciencia ficción». Pero no haya ocurrido por arte de magia. El proceso de sustitución de carbón por gas natural y fuentes de energías renovables es solo un ejemplo de que las políticas ambientales funcionan.

La cuestión para ellos es «qué tenemos que hacer en estos tres años para que no sea demasiado tarde»; fundamentalmente porque están convencidos que las economías basadas en el carbón están dejando de ser rentablesa marchas forzadas.

Impulsar la transición energética

Como podemos ver en el gráfico, las energías renovables son las que más han crecido en los últimos años. En 2015, según la última estadística agregada que tenemos, representaba el 23,7%. Pero el objetivo es bastante más ambicioso: en 2020, las energías renovables deberían representar un 30% del suministro eléctrico.

Transformar las ciudades

Deberíamos tener una hoja de ruta clara de transformación de infraestructuras estatales, regionales y metropolitanas para el año 2050. No sólo es una cuestión de optimizar los edificios, sino sobre todo de hacer las ciudades mucho más densas.

El equipo estima que necesitaríamos una inversión media de 300 mil millones al año para conseguir una transformación real a medio plazo. Parece mucho, pero en realidad la mayor parte de esas inversiones se ejecutan ya en las ciudades solo que sin tener estos criterios climáticos en mente.

Cambiar la forma en que nos movemos

En primer lugar, tenemos que hablar del transporte por carretera. Para 2020, los vehículos electrónicos deberían de representar al menos un 15% de las ventas mundiales y, además, deberíamos haber sido capaces de mejorar un 20% la eficiencia de los combustibles de vehículos de carga pesada.

Otros transportes no se quedan atrás tampoco. Tanto el transporte marítimo como la aviación tienen un porcentaje de emisiones considerable. Los expertos propone una disminución de 20% en las emisiones de los aviones para 2020, pero esto es algo que, seguramente, solo pueda conseguir un volcán.

Frenar la deforestación

El 12% del crecimiento neto de emisiones se debe a la deforestación y a los cambios de uso del suelo. No sólo debemos disponer de un plan para conseguir que estos procesos se reduzcan al máximo, sino que no podemos abandonar los que ya están en marcha. Es la única forma viable de crear un «fuerza de choque» en lo que fijación de carbono se refiere.

Industria:

La industria pesada debe reducir al 50% las emisiones de carbono antes de 2050 sin reducir su productividad. Se ha escrito mucho sobre cómo hacerlo y sobre cómo repartir a nivel internacional los costes que acarrea. Estos tres años, más aún con la salida de EEUU de París, son esenciales para poner todo esto en marcha.

Hacer verde el sector financiero

La incorporación de criterios verdes ya es una realidad, pero hay que meter el acelerador: para financiar los cambios profundos que necesitamos tendríamos que disponer de un mercado de 810 mil millones de dólares para 2020.

Fuente: https://www.weforum.org/

 

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