Colombia necesita otras alternativas en el manejo de las basuras
Aunque los rellenos sanitarios son económicamente sostenibles para las empresas de aseo, en lo ambiental y social estos conllevan a grandes conflictos. Así lo afirma Elizabeth Carvajal, profesora de la Universidad Nacional Sede Medellín.
A propósito del anuncio realizado por la Corporación Autónoma Regional (Corantioquia), de emprender medidas preventivas para 12 de los 40 rellenos sanitarios de Antioquia, debido a que no cumplían con las normativas dispuestas, la docente dijo que es una necesidad latente en el país la búsqueda de alternativas para el manejo de las basuras, diferentes a los rellenos sanitarios.
“La situación es aún más compleja porque a pesar de existir opciones distintas, no se pueden implementar por los costos que acarrearía el uso de nuevas tecnologías”, señala la profesora Carvajal.
Por su parte, Luis Aníbal Sepúlveda, director ejecutivo de la Sociedad Colombiana de Ingenieros Sanitarios Seccional Noroccidente, advierte que se deben cumplir requisitos fundamentales para la operación de estos espacios, como la cobertura diaria del relleno. Además asegura que el país ha sido laxo con la aplicación de estos.
“Se trata de cubrir con tierra la basura, para garantizar control sanitario y el paso lento de agua lluvia a través de esta, uno de los factores por los cuales se forman grandes volúmenes de lixiviados. Esta práctica la hemos ido abandonando y considero que es un error en el procedimiento que debe ser completamente reevaluado”, comenta.
Para Juan Carlos Rodríguez, ingeniero sanitario y especialista ambiental, este es un punto fundamental en el funcionamiento diario de un relleno sanitario. Incluso señala que las cargas contaminantes son altas y pueden causar graves problemas de salud pública.
El agua residual doméstica puede tener una carga de 280 miligramos por litro, mientras un relleno sanitario recién construido genera lixiviados con cargas de 40.000 mg por litro, de ahí la importancia de controlar esta clase de líquidos contaminantes.
Dos casos reconocidos en Medellín han sido el de la Curva de Rodas y La Pradera, administrados por Empresas Varias de Medellín (Emvarias). Al respecto Liliana Montoya, subdirectora de Disposición Final de esa entidad, explica que la recuperación del terreno en la Curva de Rodas está en fase final.
“En este momento lo que queda de lixiviados es prácticamente nada, además los gases de metano son mínimos y el seguimiento de la estabilidad geológica muestra resultados favorables” , afirmó.
Finalmente, frente al relleno de La Pradera, Montoya reconoce que le quedan de 14 a 16 años de vida útil y que se manejan como alternativas otros lotes cercanos. Sin embargo, le apuestan fuertemente el proyecto alternativo para manejo de basura denominado Linda Calle Siglo XXI, que contempla las energías alternativas y el aprovechamiento de residuos.
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